viernes, 2 de octubre de 2009

Azúcar con futuro.

AZUCAR CON FUTURO.


"DESDE HACE TRES AÑOS LAS AZUCARERAS HAN DESPERTADO EL INTERÉS DE LOS GRANDES INVERSIONISTAS. EN EL 2010 SE VENDERÁN LAS ACCIONES QUE AÚN TIENE EL ESTADO Y ELLO TRAERÁ CAMBIOS EN UN SECTOR BASTANTE DINÁMICO"

Escribe: Alvaro Gastañaduri.
(Día_1: El Informe. El Comercio, lunes 28 de setiembre del 2009)


A diferencia de otros sectores productivos, que recibieron una fuerte inversión entre mediados de 1990 y comienzos del 2000, los cultivos de caña de azúcar y su industria recién fueron atractivos para la gran empresa privada desde el 2006.

Ese año el grupo Gloria entró al negocio y en menos de tres años consiguió ser el primer productor de azúcar y alcohol del país. Hace poco compró el ingenio de San Juan para aumentar su producción de alcohol en el valle de Chao y ya está en proceso de adquirir su quinta azucarera, San Jacinto. En el 2007 y 200 kilómetros más al norte, el grupo Oviedo —que ya tenía Pomalca desde el 2004— entró a Tumán y, al poco tiempo, el grupo Huancaruna se hizo de Pucalá. En la región Lima, hace cuatro meses, el grupo Wong sostuvo una pugna con el grupo Bustamante Olivares por Andahuasi.

HISTORIA RECIENTE
Los primeros en arriesgarse a invertir, después de que las cooperativas se convirtieron en sociedades anónimas en 1996, fueron los Picasso, Wong, Michell y la colombiana Manuelita, que se hicieron de San Jacinto, Paramonga, Chucarapi y Laredo, respectivamente. Cofide también entró el 2003, pero para crear un fideicomiso en Cayaltí (ver infografía).

Según la Asociación Peruana de Productores de Azúcar y Biocombustibles, hasta el 2008 se habían invertido US$450 millones en adquisiciones y mejoras en azucareras, sin considerar los US$60 millones que han invertido los Wong y Bustamante en Andahuasi.

Aunque no todas estas inversiones han sido rentables, sí han permitido revertir la crisis de las azucareras desde fines de los 70. Según el presidente de Maximixe, Jorge Chávez, esas inversiones han logrado que las empresas recuperen la producción que perdieron con la reforma agraria.

Pero no solo eso. El consultor en temas agrícolas, Fernando Cillóniz, considera que la empresa privada ha logrado demostrar que la competitividad de la agricultura no está en el hemisferio norte —Norteamérica y Europa—, sino en el sur, como en Sudamérica.

Para el consultor en temas agrarios, Eduardo Zegarra, las inversiones en el sector azucarero están retrasadas, pues se esperaban desde hace años, ya que el negocio de la caña y sus derivados tienen un “potencial enorme”.














NO TIENE PIERDE
A diferencia de otros cultivos, en los que se desechan la cáscara, las hojas o la pepa, en la caña de azúcar se aprovecha todo. Para graficar los usos de la caña de azúcar, Efraín Wong —del grupo que lleva su apellido— asegura que se pueden obtener varios productos. Además de azúcar y melaza, condimentos, alcohol y fibra para papel, cartones y tableros de aglomerados. Además, biocombustibles como etanol y polímeros de plástico. Y con todos los desechos se puede generar energía eléctrica.

Junto con esas ventajas, el precio del azúcar casi se ha triplicado en los dos últimos años. Según el especialista internacional en agronegocios Ernesto Gallo, ha aumentado la demanda en Europa, EE.UU. y hasta en la India. Sin embargo, cree que esto podría ser solo estacional. Sin embargo, Chávez y Cillóniz confían en que seguirá aumentando la demanda en China e India y creciendo la industria alimentaria.

De forma coincidente, la comercializadora mundial Czarnikow y la Organización Internacional del Azúcar consideran que este año habrá un déficit mundial de azúcar de 8,4 millones de toneladas, ocho veces la producción del Perú. Ello se debería a una reducción de la producción en Brasil e India por factores climáticos.

Además de estas ventajas, nuestro país posee una adicional y única: debido a la ausencia de variaciones extremas de climas, se puede cultivar y cosechar caña todo el año. Asimismo, tiene una envidiable productividad: se pueden producir 130 toneladas de caña por hectárea y obtener 12,5 toneladas de azúcar al año por hectárea.

Para Zegarra, además de todo esto, lo que también atrae al inversionista es la producción de etanol, sobre todo cuando sube el precio internacional del petróleo.

















UN NORTE INCIERTO
No obstante estas ventajas, el sector azucarero no está exento de problemas. ¿Qué podría suceder a corto plazo? No obstante las inversiones realizadas en las azucareras Pomalca, Tumán, Cayaltí y Pucalá de Lambayeque, que han mejorado su producción, aún arrastran problemas y deudas laborales.

Esta situación podría empezar a cambiar en tres de ellas —Pomalca, Tumán y Cayaltí— en el primer trimestre del 2010, cuando Pro Inversión inicie el proceso de venta de las acciones que posee el Estado en esas empresas. Aunque la primera opción de compra la tendrán los trabajadores, podría generarse un conflicto social cuando muchos de ellos no puedan participar en esa adquisición, al no poder usar en garantía la compensación por tiempo de servicios que no han depositado sus empresas.

De otro lado, en el caso de Pomalca y Tumán, donde el Estado tiene 32,8% y 23,5% del capital, respectivamente, podrían presentarse nuevos inversionistas atraídos por las bondades del negocio de caña y por ese porcentaje de acciones que le daría mayoría societaria al que las adquiriese.

Para no perder el control de Pomalca, su principal accionista, Edwin Oviedo (también presidente del club de fútbol Juan Aurich), estaría por vender su participación en Tumán para tener fondos para participar en la compra de acciones.

En el caso de Cayaltí, Cofide —cuyo gerente general Julio César de La Rocha prefirió no declarar— esperaría este proceso para incorporar a un nuevo socio que saque adelante la empresa.

Fuentes vinculadas con el gremio azucarero, señalan que habría unos 30 grupos empresariales que estarían interesados en invertir en el sector.

EL COLOSO DEL NORTE
El ingreso del grupo Gloria al negocio de las azucareras ha demostrado cuán rentable puede ser este. Además de ser el primer productor de azúcar y alcohol en el Perú, también produce cartón y tableros de aglomerados. Tiene entre sus planes producir etanol y generar electricidad. También quiere mejorar el mercado azucarero con cultivos de remolacha y seguir modernizando su producción agrícola.

Sin embargo, la concentración de tierras es un tema que está en discusión. Actualmente posee un total de 60.000 hectáreas, cuatro veces más de la extensión de San Juan de Lurigancho. Para algunos políticos, esto genera preocupación.

Por ejemplo, el congresista Jorge del Castillo (Apra), lamentó que el grupo Gloria siga creciendo en este rubro, no obstante que uno de sus miembros le aseguró que no iban a comprar más azucareras. De hecho, la extensión que ya poseen supera las 40.000 hectáreas que el Congreso en algún momento quiso poner como tope a las propiedades agrícolas de la costa.

Tras asegurar que extensiones tan grandes se prestaban a abusos de índole laboral y comercial, planteó que para evitar —por lo menos la manipulación del mercado, que podría afectar al consumidor— debería establecerse algún sistema de regulación. También señaló que en este caso ya no tenía sentido aprobar una ley para limitar la extensión de la propiedad agrícola.

De manera coincidente, Fernando Cillóniz explicó que más que limitar la extensión de la tierra deberían establecerse mecanismos para evitar el monopolio o su dominio del mercado.

De otro lado, el investigador de la Universidad Nacional de Trujillo, Orlando Velásquez Benites, aseguró que la concentración de tierras generaría los mismos problemas que se observaron en el latifundio, como el abuso a los trabajadores, la restricción de los derechos sindicales y en contra de los campesinos independientes proveedores de caña.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Caña de Azúcar, Alejandro Pereda, asegura que al ser el único comprador de caña, Casa Grande impone sus precios. Refirió que ahora les pagan S/.70 por tonelada de caña y que ellos no se benefician con el incremento del precio internacional del azúcar.

En respuesta, el grupo Gloria considera que no es una forma correcta de enfocar el tema el considerar el número de hectáreas, sino su compromiso de invertir recursos y desarrollar una agricultura moderna y dinámica. También señaló que si se comparan con Colombia y Brasil, tienen una “relativamente pequeña” extensión. También negaron controlar el 50% del mercado del azúcar.

EN BUEN CAMINO
Tanto Laredo, de la empresa colombiana Manuelita, como Paramonga, del grupo Wong, han mejorado su producción y están incursionando en otros rubros. La primera invertirá US$5 millones en generación hidroeléctrica y en diversificar sus cultivos, mientras que el segundo empezará a generar energía en octubre.

FIN DEL CONFLICTO
Inmediatamente después de comprar el grupo Wong su primer paquete de 50 millones de acciones de la azucarera Andahuasi, el grupo de Manuel Bustamante Olivares también inició la pugna por la adquisición de esos títulos. Aunque este último grupo controla de facto la empresa, Conasev autorizó a los Wong realizar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por alrededor del 50% de las acciones de la empresa, mientras que ordenó que los Bustamante Olivares vendieran las acciones que habían adquirido. Según Efraín Wong, con esta medida quedaría resuelto el conflicto y el próximo año empezarían a trabajar en la modernización de la empresa.

Tanto la venta de acciones del Estado en Pomalca, Tumán y Cayaltí, como la OPA por Andahuasi, aseguran meses movidos para una industria con dulces perspectivas. Pronto veremos qué pasa, aunque una posibilidad es que se cumpla el augurio de algunos analistas: cuatro grandes grupos llegarán a dominar el negocio del azúcar.

AGROQUÍMICA
Piura será solo de etanol
Con una inversión de más de US$265 millones, Maple y el grupo Romero han sembrado casi 19.000 hectáreas de caña de azúcar en Piura para la producción de etanol. Tanto el gerente de Maple, Guillermo Ferreyros, como voceros de Agrícola del Chira (Romero), descartaron que vayan a producir azúcar en el futuro. Además, generarán electricidad, tanto para su consumo como para venderla al Sistema Interconectado nacional.


COMENTARIO:
El desarrollo económico que actualmente estamos viviendo en nuestro país, es debido entre otros factores a la inversión del sector industrial y es que recientemente se toma más en cuenta los diversos ambientes en los que puede invertir para conseguir resultados óptimos que garanticen el crecimiento de dichas empresas. Recientemente se ha tomado con seriedad la idea de invertir en la caña de azúcar, este producto es tan requerido en el medio social por ser indispensable en la mesa, además también se puede elaborar a base de éste biocombustibles; el comercio de la caña de azúcar se ha vuelto tan rentable entre las grandes empresas (Grupo Gloria, Grupo Wong, entre otros) debido a que hasta los desechos son utilizados en la elaboración de otros productos y cabe destacar que el precio se ha triplicado en la última década.
El problema que debemos afrontar es el control de estas empresas de inmensas extensiones, esto perjudica principalmente a los pequeños productores además, los trabajadores de las tierras tienen que soportar muchas veces la injusticia de percibir precios que generalmente no los benefician, incluso la restricción de sus derechos sindicales. Aunque el Congreso trató de intervenir poniendo límites de propiedades agrícolas en la costa. Es importante mencionar también que tal como Casa Grande, que al ser el único comprador de caña de azúcar, impone los precios, llegando a pagar S/. 70 por tonelada.
El Gobierno debe tomar medidas que condicionen mejoras para los pequeños comercializadores y regular el comercio de las grandes industrias, además de otorgar beneficios para sus trabajadores.

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